Día completo

Famoso tren de cremallera de Larrún situado en la localidad labortana de Sara.

Por el Pirineo Cantábrico: jugando con la frontera

‘En Sara el tiempo se detiene’. Así dice un viejo proverbio, tal vez porque esta pequeña localidad ha sabido conservar el encanto y tradición de sus edificios de estilo labortano, sus tranquilos senderos y su patrimonio natural. A pocos minutos de viaje encontramos las Cuevas de Lezea, con sus 900 metros de recorrido escenarizados con luces y sonido.

A continuación, avanzamos hacia Larrun, que en euskera significa buenos pastos, uno de los destinos más turísticos debido al tren de cremallera que permite al viajero disfrutar de unas vistas inigualables de la Baja Navarra, Navarra, Guipuzcoa y la Costa Vasca, desde San Sebastián hasta Las Landas y el océano Atlántico.

Como última parada en nuestro viaje, nos encontramos con las Cuevas de Zugarramurdi, un enorme complejo cárstico, cuna de numerosas leyendas que hablan de ritos paganos y brujería.